En el tiempo pasa todo lo que trasciende y lo que no. Es quien mantiene la cuenta regresiva desde el momento en que nacemos, hasta el fin de nuestra estancia en este plano, durante él sufrimos, festejamos, amamos y nos despedimos de aquellos quienes nos acompañaron en cada una de las etapas de nuestra vida, quien pensaría que la vida es solo un suspiró donde tantas cosas pasan y nos nutren de emociones que perduraran en el tiempo.
El tiempo es la magnitud física que mide la separación de acontecimientos. El tiempo permite ordenar los sucesos en secuencias, estableciendo pasado un futuro y un tercer conjunto de eventos ni pasados ni futuros respecto a otro. En mecánica clásica a esta tercera clase se llama presente y está formada por eventos simultáneos a uno dado.
El presente es el hecho del vivir el ahora, sin conocer el ayer, ni pensar en el mañana, dicen que tiempo que se va no vuelve, y si lleva en el esos lindos momentos que solo quedaran para recuerdo en noches de luna llena, repletas de insomnio y soledad, que solo maquillan la inmensa agonía que acariciar cada segundo que pasan con los que la brisa se va sin despedirse.
Mas de una ves hemos escuchado que nuestro tiempo esta contado, que debemos de dejar una huheya en el tiempo y en la historia, para que esta nos mantenga perdurables en la eternidad rodeado de historias y anécdotas, pero de que vale formar esa historia si no supiste disfrutar el tiempo. La fama, poder y dinero llegan a ser muy nombrados al momento de dejar este plano, ya por ellos nos recordarán, en ese caso "Nos Recordarán más por lo que tenemos, que por lo que somos"; pero de que vale que los demás te recuerden, si tu no recuerdas como eras, el que los demás hallan disfrutado tu tiempo, no quiere decir que tu hayas sido feliz con el.
La felicidad esta donde tu quieras tenerla y con quien quieras tenerla, siempre que ella también quiera ser feliz contigo, pasar el tiempo hasta el envejecer, mantener un ritmo adecuado que permita disfrutar hasta el más pequeño momento a su lado mientras el tiempo se desvanece, al desvanecerse nuestro tiempo, el fuego se consume y mientras que las llamas de la vida se apaga, en ella también se detiene poco a poco las manecillas del reloj temporal que deja en un plenilunio los últimos deseos, el dolor de amores rotos y los instantes de festejo y alegría como parte del recuerdo del adiós del últimos suspiró.
Autor: Reimer E Duno
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